sensación dolorosa que conlleva a recordar su perdidos ojos bañados en sal.
Bandada de flechas envueltas en llamas dibujan su nombre a lo lejos, no consigo alcanzarlas
se nublan en la lejanía como me nublo yo con el humo de este cigarrillo.
Con arena en los bolsillos, con estados mentales desordenados bailo con el umbral de la vida
me pregunto dónde quedarán sus labios ahora, quizás amarrados a un vaso de cristal, o a
infinitas caladas de un cannabis, quizás andarán perdidos, queriéndome encontrar de nuevo
o simplemente quizás queden tatuados con mi nombre eternamente.
El amor que encontramos, el amor que perdimos, déjame decirte mi niño que no pudimos
hacerlo mejor de lo que lo hicimos. Me dejé llevar, te dejaste llevar por aquella luna llena, blanca
hermosa, gigante, tenebrosa, mágica con la esperanza de volver a encontrarnos siempre. Lo que
de verdad no sabíamos tú y yo es que ascendimos el vuelo con nuestras alas a una luna menguante, deseábamos con todas nuestras fuerzas abrazarnos y quedarnos allí, pero simplemente fuimos dos ángeles caídos.
Esbozo una sonrisa y pienso en lo que podíamos haber sido tú y yo si no hubiésemos sido
tú y yo, mi corazón le dibuja a mis mejillas infinitas lágrimas que encharcan lo que piso.
Querido gran compañero que fuiste en mi viaje, en tu parada pone vida, corre, contémplala,
vuela, ríe, salta, baila, canta,ama, enfurécete, sorpréndete y deja que lo hagan, valórate, quiérete,
enséñale a la vida lo que tú me enseñaste a mi y vive y deja vivir.
Para una gran persona que ha marcado mi vida en un antes y después, gracias por haberme hecho más grande y sobretodo gracias por haberme enseñado a encontrarme a mi misma.